Sonreír.
A veces parece fácil, solo una mueca con la boca. Pero, ¡que difícil se
le hace a algunos ése simple gesto! Muchos sonríen en todo momento, algunos
porque realmente, pero otros no necesariamente.
Muchas de las personas que sonríen diariamente lo hacen para demostrarse que son fuertes, para animar a
los demás a salir adelante, para no decaer, para enfrentar todo eso que tan mal
les hace. Cuando uno está mal, está desahuciado, sonreír es lo más difícil; se nos hace
más fácil llorar, lamentarnos por todo lo sucedido, discutir o gritar. Pero, ¿Acaso
no es mejor sonreír? Si, es verdad, hay que esforzarse el triple, pero no hay
nada semejante a hacerlo, sentir un placer interior que nos alivie el alma.
No sólo hace bien a uno sonreír, la risa es como la enfermedad, la enfermedad
más contagiosa de todas, la más linda. No hay comparación como la de
ver sonreír a una persona que estaba perdida a causa de tu risa, no hay nada
como ver a alguien reír a costa de uno, saber que podemos hacerlo feliz, saber
que no estamos ahí solo para decir ‘Lo
siento mucho’, si no para provocar un cambio drástico en la situación, para
demostrar que realmente la sonrisa saca a cualquiera
de el fondo, que es la única salida de todo lo malo, que no hay nada
que se le asemeje y que nunca hay que dejar de hacerlo. Sonrían, que juro que
se van a sentir MUCHO mejor.
'Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra.'